La política por la política

Niccolo Maquiavelo.

«La política por la política» constituye la síntesis del pensamiento en El Príncipe de Nicolás Maquiavelo. Su crítica subyace a un punto de inflexión, pues introduce, en la resurrección histórica de las fantasías griegas, la antítesis a la fundamentación de aquélla rama que describe el proceder de un soberano, cuya instrumentación descansa en el principio ético del Estado. La voluntad del gobernante no estará, pues, centralizada en la educación de la virtud, como el aristotelismo le legará al humanismo de Pico Della Mirandola, sino en la realización de sus fines particulares, negando, así, la implantación del bien común en lo relativo a la conquista existencial de la felicidad. Con ello, Maquiavelo acentúa la estructura dialéctica del pensamiento, que ha de oponerse a lo que aquél mismo ha fraguado como la superación de su propia construcción. La política maquiavélica será adscrita en su propia conducta, fiel a sus propósitos instituidos en la concreción del Poder, en tanto será por ella misma, sin límite de acción, proscribiendo «La política por la ética».