Pensamientos: Por qué morir no es inexistir
Hace unos días me enteré del fallecimiento de un compañero del colegio. Era contemporáneo: apenas un año mayor que yo. Uno se forma con tanta solidez la impresión de que la muerte acaece sólo durante la vejez que es complejo creer que ocurre inclusive esbozando la juventud. Me pregunté, por ello, si el hombre era capaz de valorar que vive en acto. Y me remití, en virtud de tal investigación, a mi pensamiento. Es intuitivo y, por consiguiente, evidente que sólo he conocido, y podré conocer, lo que es, esto es, la existencia o el ente. Dicho sea que, con existencia, he de significar la consciencia de estar vivo o de reconocer la vida a la que subyace tal sensibilización, ya sea a causa de las funciones intelectivas del alma o de la labor orgánica del cuerpo y de los aparatos estructurales que lo conforman. Pues hablar de existencia es inconsistente cuando no sé es partícipe. Podré imaginar un espacio purgado de cualquier atributo, pero aún estaría mediado por la existencia: ésta nada ine...